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The Police - Outlandos d'Amour


















"Outlandos d'Amour"(1978) fué el incomparable disco debut de The Police.
"Con el tiempo se volverían mas grandes, pero nunca sonarían tan frescos y potentes como en éste su primer álbum", dijo la revista Rolling Stone. Y estoy totalmente de acuerdo con esta apreciación.
Bajo el liderazgo de Gordon Mattheu Sumner, mas conocido como Sting (nombre derivado de un buzo de rayas amarillas y negras "como una avispa" que siempre llevaba puesto en su juventud), The Police se convirtió en una de las bandas británicas mas imitadas, y de mayor éxito comercial en los años 70' y 80' gracias a su poderoso "pop-rock" enriquecido por algunas dosis de "reggae" y un gran talento instrumental y compositivo.
Además del cantante y bajista Sting, nacido el 2 de octubre de 1951 en Tyne and Wear, integraba este trío el baterista Stewart Copeland, nacido el 16 de julio de 1952 en la localidad egipcia de Alejandría, quien era hijo de un destacado funcionario de la CIA de servicio en Oriente Próximo.
En el Reino Unido había sido baterista de Curved Air, grupo de rock progresivo de breve fama, y actuando con ellos fué que conoció en Newcastle a Sting, que en ese entonces era maestro de escuela y tocaba el bajo en un grupo de jazz funk.
Copeland lo convenció de dejar su trabajo, mudarse a Londres y formar una banda, y asi en enero de 1977 la pareja empezó a ensayar con Henry Padovani, guitarrista corso, quien pronto sería sustituido por el experimentado Andrew James Summers, nacido el 31 de diciembre de 1942 en Lancashire.
Andy Summers era un músico que ya contaba con un largo recorrido en el rock pues había estado en bandas como Animals y Zoot Money, Soft Machine y tocado con Kevin Ayers y Neil Sedaka.
Tras foguearse en distintas formaciones de jazz y rock progresivo, se iniciaron musicalmente en la escena punk, viendo para donde soplaba el viento, y se lanzaron a tocar un rock cortante y acelerado.
La otra parte del repertorio usaba enseñanzas de una de las músicas favoritas de los punkis londinenses, el hipnótico "roots reggae jamaiquino".
Desde el principio, jugaron a dos bandas, y con el apoyo de su representante Miles Copeland, hermano menor de Stewart, quien fué colocándolos en bolos que The Clash o los Sex Pistols jamás hubieran aceptado,se incorporaron como banda soporte de gira de Cherry Vanilla, una leyenda menor del underground neoyorquino.
Tocaron rock complejo en la Europa continental como Strontium 90, aparte de trabajar con el compositor alemán Eberhard Schoener en espectáculos multimedia, y protagonizaron un anuncio de un chicle que requería que se tiñeran de rubio, un detalle que terminaría definiendo su imágen.
Fué su mánager quien diseñó un lanzamiento de The Police que conjugaba trabajo constante y economía de guerra. Así, "Outlandos d'Amour" se grabó sin productor costando un total de 3.000 libras esterlinas.
Antes de su edición, Miles Copeland los despachó hacia Estados Unidos en la más barata de las líneas aéreas que cruzaban el atlántico, llevando sus instrumentos como equipaje de mano.
Debutaron en Nueva York y dieron 23 conciertos por el país, a veces tocando ante un puñado de personas, viajando en una furgoneta y durmiendo amontonados en moteles mugrientos.
Este tipo de experiencias, suelen romper la colúmna vertebral de grupos que no tengan mucha fe en su arte. Por su edad, creían que aquella explosión del "punk rock", y la posterior "new wave", les permitía una apuesta, quizás la última por la cima del estrellato pop.
Aguantaron las sucesivas pruebas, reconfortados por el hecho de que la reacción ante su música era instantánea y entusiasta. Nadie sonaba como ellos, con esos ecos espaciosos y la voz penetrante del caballero Sting, quien inmediatamente se convertiría en un objeto del deseo femenino y de los directores de casting cinematográficos.
El debut se produce con el single "Fall out", canción compuesta por Stewart que fue editada en el sello independiente IRS. El tema tuvo una notable repercusión, y llegó a oidos de los directivos de A&M Records, sello con el que comenzaron a grabar en 1978.
Asi publicaron el sencillo "Roxanne" , tema compuesto por Sting que en su primera edición no consiguió llamar demasiado la atención.
La canción fue incluida en el primer álbum, "Outlandos d'Amour", sin dudas uno de sus mejores trabajos y el mas enérgico e inmediato, en donde suenan clásicos como "Roxanne", "Can't stand losing you" y "So lonely", además de otras piezas como "Next to you", o "Born in a 50' ".
El primer video, corresponde a uno de esos clásicos "So lonely" :

En este gran disco inicial, ya introducen elementos "punk" y "reggae-pop", y aciertan en el desarrollo de los mismos elaborando canciones simples y con un sonido fácilmente asimilable.
De esta manera, algunas canciones con fuerza y energía "punk" como "Next to you", "Peanuts", y "Truth hits everybody", aún continúan sorprendiendo por su frescura y espontaneidad.
A éste último tema, pertenece la versión en vivo del próximo video, registrado en Hatfield (Inglaterra) el 24/02/79 :

Su característico "reggae" con base "pop-rock", brilla y aparece en sus temas mas recordados, clásicos, y comerciales como "So lonely", "Can't stand losing you" y "Roxanne", e incluye aproximaciones a técnicas jamaiquinas como el "dub".
El álbum conjuga además temas calmos, "Hole in my life", de contagioso pop bravío, "Born in a 50's", junto a otros experimentales como "Be my girl Sally", y la pieza "reggae" menos inspirada y algo aburrida "Masoko Tanga".
Para finalizar decidí presentar esta versión extendida de "Can't stand losing you", grabada en febrero de 1982 en Viña del Mar (Chile):

The Police, de ser una gran "mentira" se convirtió en una espléndida realidad, ya que aunque el trío se colara por la brecha abierta por los punkis, nada más lejano a ellos que dicha secta.
Frente a una generación musical que detestaba a los virtuosos, y hastiada del "rock sinfónico", The Police escondía a instrumentistas de amplios conocimientos, que tenían los dedos "pelados" de tanto tocar. Incluso sus orígenes y circunstancias los separaban de aquel movimiento.
Asi todo, formaron uno de los grupos mas importantes de finales de los 70' y principios de los 80', convirtiéndose en la transición perfecta del "punk" al "new wave".
En síntesis, la música de The Police puede ser catalogada dentro de varios estilos musicales ya mencionados, pero en definitiva, la única y clara realidad, ante todo, es que tres músicos excepcionales crearon una ópera prima de muy alto nivel, mas allá de cualquier etiqueta.
Dicho todo esto, debo ser sincero, a la hora de elegir los videos hubiera sido mas fácil publicar cualquiera de aquellos muchos que andan circulando de la actual reunión de la banda, pero la realidad es que ya no suenan igual, con esa potencia que los caracterizó.
Las versiones de los temas son mucho mas tibias, y se nota que los años han pasado y los reflejos no son los mismos.
Igualmente, como el domingo 2 de diciembre estaré presente en el segundo recital que darán en el país, podré tal vez actualizar mi post con una "crítica" un poco mas amplia.
Finalmente, quiero dedicar especialmente este post, tal como me había comprometido, a la amiga blogger mendocina Steki "Gilmour"; ya que es uno de sus grupos favoritos; y a su vez también satisfacer el pedido de Lolix y Sophie, que "sugirieron" un post relacionado con esta gran banda.

Opinión del recital del 02/12/07
Salimos para el estadio con el estigma de la noche del 17 de marzo pasado, clavado en nuestros corazones.
Sabíamos que nada sería igual desde aquella vez. Con tantos recitales sobre nuestras espaldas nunca hubiéramos pensado que existiría un antes y un después de Roger Waters, en todo sentido, musical, visual y emocional.
Entre esa angustia, y el hecho de ya haber visto al Sting solista en dos oportunidades, las expectativas por ver a este The Police a mas de veinte años de su separación, no eran demasiadas.
La presentación en el Live Earth, sinceramente no me había convencido, así que con mi esposa, hijo, y matrimonio amigo, desandamos el camino de pocas cuadras que separan mi casa de la cancha con un entusiasmo muy limitado.
Mi hijo cumplió con la rutina de comprar una remera de recuerdo antes de entrar, e ingresamos al sector de la popular local, provistos de dos buenos pares de binoculares.
Mientras el doble de Juana Molina (Beck) terminaba con su rutina, nos ubicamos en un lugar conveniente, bien de frente al escenario que tenía en su fondo una pantalla muy grande dividida en tres partes, donde aparecerían cada uno de ellos durante el show.
A ambos lados del escenario dos pantallas de un tamaño considerablemente bueno, y otras dos iguales ubicadas en ambos costados por la mitad de la cancha.
El recital comenzó unos pocos minutos antes de las 21,30 hs. con “Message in a bottle”, como todos saben, y luego se fueron sucediendo una muy buena selección de hits para dejar contentos a todos los presentes.
Las pantallas comenzaron a mostrar imágenes de ellos a partir del segundo tema, momento en el cual pudo observarse en las comisuras de los labios de muchas féminas, un hilito de baba lamentable, con un único destinatario posible, el gran Sting.
Y si viejo, hay que reconocerlo, el tipo es, y la va de sex-symbol, y tiene con que a pesar de sus años. Todo de negro, remerita ajustada marcando su musculatura pectoral, con manguitas bien cortas mostrando sus tubos, y calzando borceguíes, mas de una quiso tirarse de la popular.
Obviamente fue la vedette de la noche, todas las pantallas de impecable definición se cansaron de mostrarlo.
Pero bueno, mas allá de eso, el inglés conserva una voz envidiable, cantando algunos temas en tonos mas bajos que en las versiones originales, pero sin nada que reprocharle, alto nivel de profesionalismo.
Andy Summers, en mi opinión es un muy buen guitarrista, pero difícilmente vaya a sorprenderte con destrezas violeras. Tiene mucho camino recorrido, el es mas del palo del jazz, y maneja la situación también con mucha sabiduría pero sin deslumbrar.
Stewart Copeland, en cambio deja todo lo que tiene en la cancha, si puede decirse de esta manera, hiperkinético, le da duro y sin pausa, asi y todo no me terminó de convencer el sonido de su batería, le faltaron nitidez de agudos a los platillos, y para mi gusto no sonó compacta, al menos desde mi posición.
Sin embargo toda la parte de percusión adicional que manejó en algunos temas, llámese timbales, xilofones y chirimbolos extras, sonaron a la perfección.
Así que en general salvo este detalle de la batería, el sonido fue impecable para lo que es un recital de estadio abierto.
Como ya lo había anticipado por lo que había visto, los temas de sus primeros discos, los más potentes, como “Truth hits everybody”, o “Next to you”, por dar dos ejemplos concretos, suenan mucho mas livianos que en sus versiones originales, esa furia que daba la juventud, dio paso a esta realidad adulta mucho mas tranquila, como diciendo “ya estamos de vuelta de todo, disfrutemos bien relajados”.
Y está bien, no hay nada que reprocharles, o si, que se yo, mentiría si dijera que no lo disfruté, pero la verdad, yo, cero emoción, para mi fue un espectáculo más, no hubo comentarios ni reacciones exacerbadas al final ni al salir, de parte de ninguno de mis acompañantes, ni de ninguno de los que caminaba al lado nuestro.
Sentí que tuvo gusto a poco, esperaba más, o tal vez algo que me acercara un poquito al menos, a esa sensación que tuve aquella mágica noche del 17 de Marzo de 2007, en la que un tal Waters, nos dejó boquiabiertos, sin poder pronunciar palabra alguna, muchos llorando de emoción, como flotando en el espacio, y sin poder creer lo que habíamos visto y sentido.
Es muy probable que esté siendo injusto con The Police, tal vez los estilos no son para nada compatibles como para hacer una comparación, y lo mío sea solo una cuestión de gusto personal, pero bueno que quieren que les diga, asi lo sentí.